Para muchas familias en estos tiempos han vivido diversas situaciones financieras que llevan a tomar muchas veces decisiones equivocadas, quizás separaciones, malos tratos, angustias, enfermedades entre otras que con el pasar del tiempo se evidencia que no era necesario dejarse llevar y actuar de esta manera. Frente a temas como estos lo primero es establecer una relación más cercana con ese ser supremo que todo lo hace posible y que algunas veces situaciones críticas financieras son permitidas para probar el corazón de la humanidad si se acude a esa ayuda suprema, con seguridad se tendrá una dirección clara sin necesidad de sumergirse en tremenda situación que para las personas son vistas como tempestades, pero para ese ser supremo no lo son. De las cosas más importante que se deben tener en cuenta en estos procesos es clamar a Dios que él está presto a respondernos y mostrar muchas soluciones, así lo confirma él en Hebreos 13: 5 no vivir preocupados por el dinero porque «Nunca te dejaré desamparado.»
Paso 1.
Establecer una relación constante con ese ser supremo que todo lo hace posible.
Paso 2.
Dimensionar la magnitud del problema y plantear las posibles soluciones para salir de ello.
Paso 3.
Pedir la dirección correcta y aprender de la situación, de manera que antes de endeudarse se realice un presupuesto y saber si le es alcanzable y es responsable comprometerse con esa obligación.
Paso 4.
Creer que es posible y alcanzable salir de la situación tomando como primera medida buscar primero el reino de Dios y su justicia que lo demás le es añadido, de lo único que se debe preocupar es por acudir a su ayuda, Dios pues suplirá todas sus necesidades conforme a sus riquezas en gloria en cristo Jesús (Filip 4:19). Porque poderoso es Dios para hacer que bunde en vosotros toda gracia a fin de que teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra (Cor 9:8).
Paso 5.
Ver posible y alcanzable que va a salir de esa situación que depende realmente de su Fe que es la única que permite que se haga realidad ese deseo. Es pues la fe la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve (Heb 11:1).
Oración por un milagro financiero
Oh señor con el poder de tu amado hijo unigénito, entrego mis finanzas para que derrame tan solo una gota de sangre que broto de su cuerpo llagado. Hoy te clamo por mi libertad financiera porque como dice tu palabra en Romanos 13:8a no quiero tener deuda con nadie. señor que seas tú mostrando su misericordia, obra de manera sobre natural y con tan solo una gota de sangre que broto de la cabeza de Jesús a causa de la corona de espina deseo vivir en bendición financiera y ser de bendición a quien tú quieras que lo haga. Es en el poderoso nombre de Cristo Jesús.